Para ello necesitarás dos tipos de lijadoras, que puedes encontrar de alquiler en tiendas de bricolaje:
- Una canteadora que permite procesar las cuchillas… en canteado.
- Una lijadora de banda.
Atención : La lijadora de banda es un poco difícil de manejar. También necesitarás una aspiradora (el polvo de madera puede dañar una aspiradora doméstica) y mucha paciencia para hacer las cosas bien.
Despeje completamente la superficie del suelo. Comience inspeccionando, una por una, cada tabla del piso. Retire, con unos alicates, todo lo que pueda sobresalir del espacio entre ellos. Clavos o grapas, por ejemplo, que podrían dañar la lijadora.
Al inspeccionar las cuchillas, pase la mano por la superficie para verificar que no haya ninguna parte aceitosa o pegamento. Si es así, tratar con un producto adecuado antes de lijar para evitar obstruir los abrasivos de la lijadora.
La primera pasada con la lijadora de banda se hace con abrasivo de grano grueso: en 24 si está muy dañado. Puede aumentar este número si el desgaste es menos severo.
Póngase una máscara contra el polvo antes de usar la lijadora. Abra las ventanas de par en par y cierre las puertas.
Conecta el cable a la red eléctrica y pásalo por encima de los hombros para que no te estorbe en el suelo.
Incline el tambor y encienda la lijadora. Desde el momento en que bajas el abrasivo al suelo, no debes dejar de caminar.
¡Si te quedas quieto, la lijadora se clavará inmediatamente en el piso! Tampoco presione la máquina: su peso por sí solo es suficiente.
Cuando llegue al final de la fila, levante suavemente el abrasivo y luego ataque la siguiente fila de la misma manera. Baje suavemente el abrasivo a medida que avanza y haga lo mismo para levantarlo.
El parquet se blanqueará después de este lijado. Luego aspire toda la superficie del piso.
Ahora es el momento de usar la bordeadora con el mismo grano para lijar los bordes. Para las esquinas, use un raspador y vuelva a aspirar con cuidado.
Tendrás que repetir todas estas operaciones tres veces, refinando los granos cada vez. La madera se vuelve más y más suave al tacto.
Una vez finalizadas las operaciones de lijado, se debe aplicar una mano de imprimación con rodillo o espátula: el fondo duro. La aplicación se realiza en el sentido de la cuchilla estirando bien el producto.
Cuando está seco, el suelo se siente granulado al tacto. Hay que volver a pasar por la caja de lijado, pero esta vez a mano con un abrasivo de grano 100.
Inhala de nuevo. Finalmente, puede pasar a usar un vitrificador, esparcir con un rodillo vitrificador (!), en la dirección de las cuchillas.
Comience con las áreas más brillantes.
Cuando el vitrificador esté completamente seco, lijar con un abrasivo muy fino de 100 o 120. Utilizar para ello una amoladora de suelo o un taco recubierto con el abrasivo. Aspirar.
Nuevamente, repita estas fases de vitrificación tres veces. Deje secar bien entre cada capa.
¡Tu piso está como nuevo!
